JEREZ.- Quienes deciden emprender un negocio, colaboran en el desarrollo económico y el bienestar de las familias en el estado.
Es el caso de Irma de la Torre, quien, con mucha ilusión, acudió a las dependencias gubernamentales para iniciar una actividad fuera de lo común en su localidad: la crianza de peces para el autoconsumo y la venta.
Desde hace ya más de una década, esta habitante de la comunidad Ciénega, del Pueblo Mágico de Jerez, puso a andar una granja acuícola, que, según sus palabras, ha sido un proyecto sustentable y muy bueno.
Para Irma, emprender este tipo de negocios no implicó vivir en el mar o cerca de alguna presa, ya que pudo hacerlo en la comodidad de su residencia, sin descuidar las actividades personales.
“Amo mi trabajo y no lo dejaría por nada. Conozco a los animalitos. No hablan, pero sé cuando están bajos de oxígeno o altos de nitrito; hay que saber los parámetros del agua, es todo lo que necesita el pescadito. Y quienes ya probaron el pescado, comprobarán que es sabroso, tiene un sabor muy rico”, comentó.
Irma de la Torre se salió de los parámetros en Ciénega, ya que la gente de ahí se dedica a la ganadería, a producir leche, queso y pinole, pero ella decidió cultivar pescado en su granja.
“Aquí me voy a morir, quiero seguir en esto. Felicito a todas las mujeres compañeras, a quienes atienden en las instituciones de Gobierno”, expresó Irma, quién, como cada una de las zacatecanas, contribuye a la transformación del estado.
Además, invitó a las y los zacatecanos a visitar su granja acuícola La Ciénega, para probar su producto.
