A los seis años, María Eloísa cursaba primero de primaria en su natal Chihuahua; le gustaba contar cuentos a sus amiguitos y luego les hacía preguntas sobre ello. Hoy tiene 52, 29 de los cuales los ha vivido como profesora de educación básica en escuelas de Río Grande, Zacatecas, en donde ha destacado por su compromiso laboral y a través de proyectos que impactan de forma directa en la lecto-escritura.
En la política educativa que impulsa la nueva gobernanza, María Eloísa Gómez Ramírez ha encontrado respaldo en la práctica docente y las facilidades para generar una sinergia de aprendizaje en su zona escolar.
El gusto por la lectura y la narración de cuentos lo heredó de su madre, quien era una excelente narradora oral.
“Todas las noches, mi mamá nos contaba cuentos a mis hermanos y a mí, y ésos mismos cuentos yo se los contaba a mis amigos, fue así que nació mi gusto por la docencia”, refiere la maestra.
Eloísa es egresada de la Escuela Normal Rural Justo Sierra Méndez, ubicada en la localidad Cañada Honda, Aguascalientes.
Decidió estudiar en esta institución porque desde pequeña sintió la vocación de servir. “Las escuelas normales rurales forjan al maestro con un carácter de servicio para ir a las comunidades, a los municipios y a los lugares más alejados, no sólo a dar clases, sino a ayudar a la comunidad”, expuso.
Al terminar sus estudios, recibió la oportunidad de trabajar en el municipio de Pénjamo, Guanajuato, pero, por diferentes circunstancias, se trasladó a Tlaltenango, Zacatecas, en donde por dos años dio clases, para luego establecerse en Río Grande, en la Escuela Primaria Baja California, en la que prestó sus servicios durante 10 años.
Además de ser docente frente a grupo, su preparación constante y desempeño académico le han dado a Eloísa la fortuna de ser directora, coordinadora académica y actualmente supervisora de la Zona 06 de primaria estatal, con cabecera en Río Grande.
Quienes la conocen, saben que Eloísa es una maestra que no descansa, que siempre está proponiendo actividades enriquecedoras para los estudiantes y que tiene todas las ganas de fortalecer la educación en su comunidad.
“Todos los maestros que estamos enamorados de nuestra profesión queremos volver a darle sentido a la educación y el sentido real es que nos ayude a resolver la vida”, dice Eloísa.
“Los profesores que conocemos las necesidades de nuestros alumnos confiamos en que el nuevo modelo educativo no será una reforma más, sino que verdaderamente venga a transformar la práctica docente, que deje un impacto en nuestros alumnos”.
Una de sus pasiones es la enseñanza de la lectura y la escritura, pues considera que son la base para adquirir nuevos aprendizajes.
El deseo más grande que tiene Eloísa es llevar libros a los lugares más alejados, donde no hay bibliotecas, e introducir a los niños en la literatura, en los cuentos, en las leyendas y que viajen con su imaginación, “como lo hicieron conmigo desde pequeña”.